miércoles, 7 de mayo de 2008

CAMINANDO POR ISLA NEGRA




























Ayer camine los caminos del poeta, y cuando llegué a su casa, sentí de inmediato su presencia en cada rincón. No fui convidada a ingresar y menos a capturar en su interior imágenes con mi tercer ojo, entonces entendí que el verdadero espíritu de aquella casa estaba afuera.
Adentro, solo los objetos materiales, Afuera, lo que los ojos del mundo no pueden ver.
Entonces mire atentamente alrededor y esto fue finalmente lo que vi:
Vi, atardeceres amarillos y amaneceres púrpuras un mar lleno de sirenas y bufones paseándose por derredor, barcos fantasmas y amores eternos, princesas y reyes luchando contra dragones, delfines rozados y mariposas celestes, anclas al infinito y el unicornio azul de Silvio se paseaba como amo y señor por la orilla de un mar dorado.
Vi casas que florecían en medio de la playa y peces que volaban sobre el mar y a lo lejos vislumbre la colina de un solo árbol que alguna vez observaron los U2.
entonces creí sentir la guitarra de la violeta que dando gracias a la vida me invito a pasearme por lo más profundo de mis recuerdos, y me di cuenta que allí estabas tú y supe que nunca te habías marchado, que estabas anclado en mi alma como un tatuaje y que nada ni nadie podría sacarte de ahí, entonces supe que te amaba y que no era casualidad el haber llegado hasta ahí, por que en medio del universo de Neruda, pude comprender que mi amor era un poema... un maravilloso y sublime poema que solo inspiras tu y que aún no termina por escribirse...